Mis 10 canciones de Sudamérica

La música me ha acompañado desde siempre y los dos años que pasé en Sudamérica no fueron una excepción. Más al contrario, allí se convirtió por momentos en una necesidad vital, el motor que me empujaba en los momentos más difíciles; una guarida íntima, sagrada y segura a la que acogerse.

Éstas 10 canciones resumen aquel tiempo y suponen personas, lugares, momentos, risas, estrés, olores y sensaciones…vida al fin y al cabo. Es curioso como algunas jamás me habrían llamado la atención de no haberlas escuchado allí, en aquel contexto, mientras que otras formaban ya parte de mi bagaje, aunque allí adquirieron nuevos bríos. Merengue, cumbia, bachata, pop…estas son mis 10 canciones de Sudamérica:

Una noche en Baños de Aguasanta, mi primer fin de semana allá, nos martilleó a base de bien (Guille, te acuerdas?)

El hijo de King Africa quizás estaría mejor como portero de una salsoteca, pero el caso es que esto pegó fuerte allá y me recuerda a risas y cachondeo en la Foch, la zona de marcha en Quito.

Las primeras escuchadas pensaba que cantaba una chica. Al final me acabó gustando la bachata!

Creo que fue en un bus que iba a todo trapo camino de Loja (o en el taxi camino de la estación?) cuando la escuché de primeras y me sorprendió, ya que no la conocía…siempre grande Camilo!!

Corazón Serrano fue gran parte de mi banda sonora en Perú; la música del pueblo, sin duda.

…aunque los reyes de la cumbia peruana son, justamente, Grupo 5. La versión de Américo la retomaría en Ecuador, gracias a bb.

Mi canción favorita, que me proporcionó alguna alegría en los karaokes quiteños: eterna!

Un hit atemporal en Ecuador; hasta mis niños del colegio la escuchaban. Lo argento tiene mucho tirón por allá; sin duda son un foco cultural para toda Sudamérica.